Llegados hasta aquí nos gustaría darte una serie de recomendaciones que sirven para tomar consciencia de la nutrición saludable y también suponen un resumen de los puntos destacados que hemos estado tratando.
- La dieta ideal para el bebé es una alimentación natural, llena de frescor y vitalidad, sin alimentos enlatados, procesados, envasados o congelados. Siempre alimentos que provengan principalmente del campo, naturales, vivos, locales y de temporada.
- Preparar la comida de tu bebé nos da la oportunidad de reflexionar sobre nuestra propia forma de comer y observar lo saludable que es.
- Mezclar los alimentos muy lentamente y no hacer muchas mezclas. Observamos con cuidado cómo le sienta cada alimento antes de introducir otros nuevos. No hay prisa. Para uno de los seres más importantes del planeta tenemos todo el tiempo del mundo.
- Al principio, ofrecer comida sólida cuando el niño tenga hambre y esté de buen humor, y cuando nosotros como padres nos sintamos relajados y tranquilos.
- No congelar la comida del bebé. Es recomendable cocinarla fresca. La comida congelada no aporta el mismo alimento ni energía vital que la comida fresca.
- Un destete brusco puede dar lugar a pequeños trastornos digestivos.
- Si el bebé quiere comer solo, ponle pequeñas cantidades en un plato de experimentos pero después de haberse tomado el biberón o puré.
- A los 3 años, el pequeño debería comer como los adultos pero con menos sal marina.
- Cuando empiece a caminar por sí mismo, puedes introducir un poco de condimentos salados en el plato, como miso, salsa de soja o tamari.
- Al principio, el sabor que debe predominar en un 99% es el sabor dulce natural de los cereales y verduras en cada comida. Luego, introducimos el sabor ácido de los pickles o verduras fermentadas caseras. El sabor picante entrará muchísimo más adelante, para niños mayores y adolescentes.
- Si el pequeño come demasiada fruta, no deseará comer verduras.
- Vamos a dar siempre prioridad a las proteínas vegetales frente a las animales. El pescado y el huevo son muy Yang (energía contractiva) para un bebé que necesita más energía Yin, energía de expansión y crecimiento. Esto no significa que evitaremos las proteínas animales, sino que las limitaremos a 2-3 veces por semana de un poquito de pescado blanco salvaje y un poco de huevo una vez por semana.
- De forma ocasional podemos dar al bebé un poco de yogurt de cabra o de oveja, lo más natural y fresco posible, sobre todo en madres que no produzcan demasiada leche. Sin embargo, evitaremos al máximo posible la leche de vaca y sus derivados, por ser muy tóxicos para nuestro aparato digestivo y nuestro sistema inmunológico.
- Para que nuestros bebés logren absorber y asimilar todos los nutrientes que necesitan, debemos darles una nutrición de máxima calidad, alejada de los alimentos no recomendados en este asesoramiento. No se trata de suplementar o añadir complementos artificiales sino eliminar de la dieta los alimentos perjudiciales. Nuestra medicina serán los alimentos, y los alimentos serán nuestra mejor medicina preventiva.
- Sin embargo, para niños veganos y vegetarianos que no coman pescado, y también para sus madres, recomendamos suplementación de vitamina B12.