INSTITUTO MACROBIÓTICA ZEN

Material Exclusivo para Estudiantes

Por qué evitar los lácteos

Evitar el consumo de lácteos no es solamente una herramienta efectiva para bajar de peso, sino una excelente medida para la salud. En un principio puede ser difícil acostumbrarte a vivir sin estos productos lácteos, pero las mejoras son notorias en la digestión, la piel, los niveles de colesterol y el rendimiento a lo largo del día.

Desde nuestra experiencia personal y profesional asesorando a mucha gente en nutrición a lo largo de todo el mundo, hemos comprobado en la práctica cómo las personas se recuperan y refuerzan la salud al dejar de consumir lácteos. El cambio en la salud es impresionante. Los maestros de macrobiótica basados en la observación de la naturaleza y del orden del universo afirmamos que el lácteo es un alimento antinatural y que rompe con el orden de nuestra biología. También científicos de todo el mundo alertan que la leche y sus derivados son muy perjudiciales para la salud.

El consumo de lácteos como leche, quesos, mantequillas, kéfir, ghi y yogures está relacionado con muchas enfermedades y tiene además una gran incidencia en el sobrepeso y la obesidad. En esta unidad te explicamos de forma resumida las principales razones por las que no te conviene continuar consumiendo leche ni sus derivados procesados. Es imprescindible desarrollar la comprensión y recuperar el sentido común para poder emprender cualquier cambio importante en nuestras vidas.

 

 

Una de los grandes secretos para bajar de peso y, al mismo tiempo, para reforzar mucho la salud, es tomar conciencia de que no necesitamos consumir lácteos en nuestra vida. Existe un mito muy arraigado de que nuestros huesos son fuertes gracias a la leche, que la leche tiene mucho calcio. El mito es muy fuerte porque muchos médicos altamente cualificados, con posgrados, recomiendan lácteos y ellos mismos los consumen. Nutricionistas de todos los países del mundo también recomiendan a todos sus pacientes los lácteos y en todas las comidas.

No es un tema de inteligencia sino que es un tema de creencias, y las creencias son ciegas muchas veces. La medicina y la investigación científica ha sido cómplices de la industria láctea para que ese engaño se perpetúe. Tantas veces nos han repetido en los medios de comunicación que la leche tiene calcio que hemos crecido con ese mantra y hemos terminado por creerlo. ¿Cómo me va a mentir un médico? ¿Cómo me va a engañar una publicidad? Y las creencias, aunque te parezca mentira, no solo son muy difíciles de cambiar sino que mueven nuestras vidas y mueven el mundo.

 

Razones macrobióticas para dejar los lácteos

La filosofía macrobiótica hace un planteamiento fácil de entender desde la simple observación de la naturaleza y utilizando el sentido común, con dos ideas que darían por cerrado toda esta cuestión sin necesidad de costosos estudios científicos.

Por un lado, podemos decir que el destino biológico de la leche es para el lactante, no para un mamífero adulto. Es un alimento esencial para un bebé que no tiene dientes y que necesita la leche de su madre para obtener todos los nutrientes necesarios. En cambio, cuando ya disponemos de todos los dientes para nutrirnos por nuestros propios medios, al consumir este alimento en nuestra edad adulta estaríamos yendo en contra del orden lógico y biológico de la naturaleza.

Por otro lado, cada mamífero en la naturaleza salvaje, en condición de lactante, consume la leche de su propia madre. Podemos deducir entonces que lo correcto para nuestra biología es consumir leche de nuestra propia especie. Esto se corresponde con nuestro diseño biológico. La leche de una coneja no está diseñada para alimentar a un pequeño tigre, o la leche de yegua no es propia para un cachorro. Cada especie tiene energía, características y necesidades diferentes. Cada especie tiene una singularidad diferente a las demás. Por ejemplo, un ternero tiene que crecer en tamaño durante el primer año mucho más que un bebé humano, por lo que la cantidad de hormonas de crecimiento en la leche de vaca es muy superior a la humana.

En resumen, la leche es un alimento excelente y necesario para los lactantes y cada especie de mamíferos debe consumir su propia leche, la que le corresponde y la que cumple con sus necesidades biológicas.

 

 

Razones científicas para dejar los lácteos

 

1- Los humanos no contamos con ninguna enzima capaz de digerir la leche de otro mamífero. La única leche que podemos digerir es la leche de humanos pero a partir de los cuatro años de edad, nuestro cuerpo empieza a perder el poder de la enzima lactasa, que es la responsable de digerir la lactosa de la leche humana. Al seguir consumiendo leche a partir de esa edad y encima de otra especie diferente a la nuestra, la lactosa que no se digiere permanece en el intestino, donde es fermentada por las bacterias del colon, lo que nos causa gases, dolor e inclusive diarrea. Estas personas son diagnosticadas como intolerantes a la lactosa, personas que no toleran el azúcar presente en la leche y sus derivados.

2- Nuestro cuerpo no puede absorber el calcio de la leche de vaca porque, precisamente la proteína de la leche, la caseína, es la que impide que podamos absorber el calcio que contiene, produciendo un efecto negativo sobre el metabolismo del calcio. Esto ocurre porque al consumir proteínas animales, el pH de la sangre se vuelve ácido y el organismo, como reacción, saca parte del calcio que tenemos en los huesos para poder neutralizar esa acidez. Un trabajo realizado por el doctor William Ellis, expresidente de la Academia Americana de Osteopatía Aplicada, demostró que las personas que toman entre 3 y 5 vasos de leche diarios presentan los niveles más bajos de calcio en la sangre. Lo que implica que el consumo en grandes cantidades de proteínas lácteas producen un exceso de acidez que el organismo intenta compensar mediante la liberación de minerales alcalinos como el calcio de los huesos.

3- El hidrógeno generado por la fermentación del producto lácteo también produce un efecto negativo sobre el metabolismo óseo. Todo esto contribuye a quitar el calcio de los huesos, desmineralizar los huesos, impidiendo el crecimiento oseo en los niños y causando una osteoporosis prematura en adultos.

4- El consumo de lácteos aumenta el riesgo de alergias y asma: La leche de vaca tiene tres veces más proteína que la leche humana. Esta proteína, llamada caseína, es una sustancia muy espesa que nuestro organismo no puede eliminar. La caseína puede llegar a semi digerirse, y esta semi digestión implica que se convierte en un pegamento muy viscoso y pegajoso en las paredes de los intestinos, arterias, etc. En algunas personas se adhiere a los vasos linfáticos del intestino, impide la absorción de nutrientes y ocasiona así problemas inmunológicos, alergias y asma.

5- En conexión con el punto anterior, beber lácteos genera reacciones inmunológicas hasta volvernos intolerantes. Las caseínas de la leches son moléculas enormes, es una proteína inmensa que, al no digerirse, al no romperse, entra entera al torrente sanguíneo y es considerada como un antígeno por nuestro sistema inmunitario. Por tanto, altera nuestro sistema inmunitario, que se enloquece, se mantiene en estado de alerta máxima por sentirse atacado, liberando anticuerpos permanentemente de forma innecesaria. Muchas alergias e intolerancias se curan solas dejando de consumir lácteos. 

6- La leche de vaca tiene más de 59 hormonas diferentes que pasan a nuestro cuerpo cuando la consumimos. La industria láctea inyecta hormonas y otros químicos a las vacas para aumentar la producción de leche. Estas hormonas no solo no desaparecen con la pasteurización sino que cambian la química de nuestra propia sangre y suponen una revolución hormonal para nuestro cuerpo, pudiendo afectar en mayor medida a las mujeres.

7- Los lácteos generan piedras en algunos órganos del cuerpo ya que, como hemos indicado anteriormente, el calcio de origen animal no se metaboliza. Las piedras se generan por calcio animal o colesterol. Los co-factores que necesita nuestro cuerpo para metabolizar el calcio no están presentes en los lácteos. Por tanto, el calcio no sabe llegar solo al hueso y termina generando calcificaciones en las arterias y riñones. Metabolizar es el proceso que permite que el calcio llegue a los huesos y no ande dando vueltas por el cuerpo y termine acumulándose en otros tejidos. 

8- Los lácteos tienen una gran incidencia en algunos tipos de cáncer. Los productores de lácteos recurren a una hormona de crecimiento bovino que inyectan a la vaca para que produzca más leche de la que podría dar de manera natural. Esto incrementa los niveles de otra hormona denominada factor de crecimiento insulínico (IGF-1), que se traspasa a la leche y está relacionada con el cáncer de próstata, útero, testículo, mama y ovarios, según datos del Instituto Nacional de Cáncer, publicados por la Universidad de Oxford. Esta hormona IGF-1 es llamada por los científicos como la madre de todos los tipos de cáncer. Los países que tienen menor índice de cáncer, como China, son los que no consumen lácteos, y los países como Finlandia y Estados Unidos, grandes consumidores de lácteos, son los que presentan más enfermedades relacionadas con los huesos y con estos tipos de cáncer.

 

 

Las fuentes de calcio saludables

Lo que tenemos que tener en cuenta es que la vaca no fabrica calcio. Es por el efecto trófico que todo lo que la vaca come pasa a la leche. Los minerales como el calcio están presentes en la tierra y en el mar. Por tanto, el calcio presente en la leche tiene su origen en el pasto que come la vaca. Si el calcio es un mineral y, como hemos dicho, está presente en la tierra, no hace falta comer ningún animal ni producto animal para obtenerlo. Solo debemos comer alimentos de la tierra o del mar que hayan absorbido el calcio y que estén repletos de minerales, como verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas, aceites y algas. Así lo hacen de forma intuitiva los animales como la vaca, el toro, el elefante, el buey, el caballo, y otros animales herbívoros repletos de energía y con huesos fuertes.

El calcio de origen vegetal presente, por ejemplo, en una almendra, contiene el resto de co-factores que nuestro cuerpo necesita para metabolizar ese calcio. El calcio de origen vegetal viene con todo el paquete de minerales y vitaminas para ser asimilado (magnesio, fósforo, vitamina k, vitamina D). En cambio, el calcio en pastillas o el calcio de los lácteos es calcio puro que va a calcificar arterias como hemos explicado anteriormente.

 

 

Leches vegetales

En una dieta saludable no es necesario usar leches vegetales. Si bien son más saludables que la leche de vaca o de otros animales, es un alimento más propio para hacer una transición que como alimento saludable en sí mismo. Por tanto, solo al principio, para reemplazar la leche de vaca te recomendamos cualquier leche o bebida vegetal de cereales principalmente, como la leche de arroz, mijo, sarraceno, kamut o avena. No te recomendados la leche de soja ya que las legumbres conviene que siempre estén bien cocinadas para no ocasionar problemas digestivos. La leche de soja es legumbre cruda que no te recomendamos. Y siempre que consumas bebidas vegetales, asegúrate de que no contengan azúcar añadido ni conservantes químicos. Busca la opción más natural posible.

 

TAREA DE ESTA UNIDAD

– Vuelve a leer las razones macrobióticas y científicas por las que no te recomendamos los lácteos. Intenta recordarlas y ser capaz de explicarlas. Tal vez necesites en algún momento saber explicar la teoría para poder aplicar este cambio en tu nutrición.

– Toma conciencia de todos los lácteos que consumías habitualmente y haz una lista con ellos y busca, en la unidad correspondiente el cuadro para sustituir alimentos. ¿Qué alimentos serían necesarios para poder reemplazar tus lácteos de cada día?

– Si aún no has experimentado las leches vegetales, compra una leche de arroz sin azúcar. Experimenta también con la leche de avena. Puedes preparar tus recetas y meriendas favoritas reemplazando la leche de animales por estas bebidas vegetales.

 

A continuación tienes varios vídeos que complementan toda esta información.

 
Print Friendly, PDF & Email