Ideal para llevarte algo rico y saludable a una excursión a la montaña, playa, picnic, avión, tren o cualquier excursión acompañado por una comida sana y macrobiótica tanto para niños y como para adultos.
Esta es una receta saludable de arroz integral que practico habitualmente cuando tengo que viajar y solo quiero comidas sanas y saludables. Aprendí esta receta macrobiótica de Loli Curto, en su libro «Disfruta de la macrobiótica». Si te interesa profundizar en este tipo de nutrición, te recomiendo un libro completo de Michio Kushi haciendo clic aquí.
Aquí te dejo información sobre el origen de estas bolas de arroz integral y sobre cómo prepararlas, según Loli Curto:
Para la gente que carece de tiempo
La tradicional bola de arroz de la macrobiótica tiene sus orígenes milenarios en Japón. Esta bola la llevaban los samuráis cuando viajaban. Comían una a la semana, y así mantenían el cuerpo limpio, la mente despierta y el espíritu en paz. Se mantenían activos sin generar toxinas ni necesitar más que un mínimo de energía. En Japón es un alimento imprescindible para degus- tar bajo los almendros en flor en primavera, durante las actividades deportivas y en salidas a la montaña o a pasear. Estas bolas de arroz ya se mencionaban en el Genji Monogatari (El cuento de Genji), novela escrita hace mil años por Musaraki Shikibu. En el libro, las bolas de arroz, moldeadas a mano, se apilan en un túmulo para ser ofrecidas a los dioses durante una ceremonia. Hay que aclarar que estas bolas están hechas aplicando los conocimientos del yin y del yang y el principio único de la energía. Existen muchos tipos de bola nigiri, tantos como seamos capaces de inventar, siempre y cuando mantengamos los criterios de polarización yin y yang dentro de una misma bola. También puede suceder que hagamos una bola con exceso de yin para compensar una comida o una situación yang. La palabra «nigiri» se refiere a una acción que se lleva a cabo con ambas manos. Esta forma de preparación evoca nuestra juventud, cuando nuestras madres preparaban nuestra comida con las manos llenas de amor.
Este tipo de cocina suele llevarse a cabo con los alimentos ya preparados que nos han sobrado del día anterior. Es una forma de mezclarlos, hacerlos más nutritivos y sabrosos y simplificar el transporte. Así, al envolverlos, los hacemos más cómodos y fáciles de transportar en el bolso, ya que la forma redonda resulta muy atractiva y fácil de manejar.
Elaboración
La bola de arroz «samurái» se hace a partir de arroz cocido unos 50 minutos con alga kombu y un poquito de sal. Se coge una porción de este arroz con las manos bien limpias y ligeramente humedecidas con un poco de agua. El truco para hacer el nigiri consiste en humedecerse las manos para que el arroz no se quede pegado al moldear las bolas. Casualmente, la cantidad que nos cabe en el puño es la adecuada para nuestro organismo. El arroz se pasa de una mano a la otra y la bola se aprieta con las dos manos hasta que el arroz se vuelve pegajoso y los granos se enganchan unos con otros, formando una sola masa compacta. Cuando hemos conseguido la forma redonda y una textura compacta, hundimos el dedo índice en la bola hasta llegar al centro, haciendo un túnel en el que introduciremos una pequeña ciruela umeboshi (o media) que colocaremos en el centro de la bola. A continuación, volvemos a manipular la bola con las manos hasta cerrar el centro con el umeboshi. Actualmente, pueden usarse guantes de látex.
El siguiente paso consiste en cortar una hoja de nori en cuatro trozos simétricos, es decir, primero por la mitad y de nuevo la mitad. Con las manos ligeramente húmedas, colocamos un cuarto de nori cubriendo la mitad de la bola, procurando que las puntas o los picos queden bien adheridos al arroz. Luego, cogemos otro cuarto de nori y lo colocamos en la parte descubierta de la bola, repitiendo la operación.
Entonces, apretamos toda la bola para dejarla bien redonda y la coloca- mos encima de la esterilla de bambú para hacer sushi. Esta esterilla la protege y evita que se deforme, y a la vez la conserva y nos sirve para transportarla en el bolso o en la maleta de viaje. Esta bola no necesita nevera y puede durar mucho tiempo, aunque para esto hay que saber elegir el agua adecuada para hacer el arroz, la fase de la Luna, etc., como hacían los antiguos; sin embargo, en nuestra sociedad moderna es suficiente con que nos dure unos cuantos días.
Esta bola sirve para comer en el lugar de trabajo, en casa, cuando vamos de viaje, en la playa, en el cine, en el campo de fútbol, en expediciones de montaña, cuando estamos en dieta de adelgazamiento, cuando tenemos que salir o cuando seguimos una dieta estricta curativa.
A partir de este sistema de bola tradicional podemos ir haciendo nuestras propias creaciones, que son una variante de la clásica bola. Esta bola representa el globo terrestre, con sus tres capas más importantes: la superficie, que está cubierta del alga nori, representa la superficie de la Tierra, donde están los minerales y el humus; el arroz, representa las capas internas de la Tierra, donde se produce el magma, y la umeboshi, representa el núcleo incandescente del planeta.
Esta analogía nos sirve para expresar que esta bola lleva las proporciones adecuadas de yin y de yang: las mismas que la naturaleza, es decir, las cantidades de hidratos, sales minerales, proteínas y agua que necesitamos en perfecto equilibrio.
En todas las culturas se ha desarrollado alguna bola tradicional que incluye los alimentos del lugar. La albóndiga, tradicional en España, es una bola de carne que se utilizaba en fiestas otoñales e invernales.