Cada estación del año nos provee con alimentos locales diferentes. Cada uno de esas hortalizas tienen el poder de hacer cambios químicos y energéticos en nuestro cuerpo, llevándonos a vivir con más armonía y adaptarnos al entorno en el que vivimos. Algunos alimentos abren nuestro cuerpo preparándolo para los meses de calor, y otros lo cierran y nos protegen del frío. Es un equilibrio natural que siempre se ha producido en la naturaleza hasta que los alimentos empezaron a formar parte de una industria global. Así hemos terminado comiendo tomates y bananas en pleno invierno. Y así van surgiendo las enfermedades por esa pérdida de armonía con el entorno.

Sin embargo, cuando lleves un tiempo practicando este tipo de nutrición energética y consciente, sentirás la necesidad de probar cosas nuevas. En ese momento es cuando dentro de nosotros aparece la necesidad creativa, pues ya nos sentimos más seguros y comprendemos mejor los alimentos, las proporciones y las combinaciones. Sobre todo porque ya habremos estado practicando durante unas cuantas semanas diferentes comidas, recetas y condimentos.

Por otro lado, al utilizar hortalizas locales y de temporada, la variedad puede ser reducida en algunas zonas y tal vez sintamos la necesidad de experimentar cosas diferentes dentro de una misma estación del año.

Variedad de cocciones

Con las mismas hortalizas de siempre como base, te animo a que pruebes hacerlas en diferentes cocciones como se te indica en la unidad los alimentos saludables. Cada cocción aporta diferente energía, color, textura y sabor. Aunque la energía de las cocciones lo desarrollamos en otro curso online, puedes empezar a sentir la energía de las diferentes cocciones a través de la experimentación. Usa tu sentido común y tu instinto, observa las verduras, cómo cambian con todo tipo de variedades de cocciones.

Salsas para platos

Te recomiendo que prepares tus propias salsas para darle cremosidad, color y sabor a los platos de siempre. Puedes preparar un nituké de 2 verduras y luego agregar un poco de agua, salsa de soja orgánica y alguna especia. Trituramos hasta conseguir una crema/salsa. Usa las hojas de kale o col rizada para conseguir tonos verdes, calabazas y zanahorias para los naranjas. Un buen ejemplo de esto es la receta de la salsa de tomate sin tomate que puedes ver en las recetas propuestas.

Combina diferentes verduras

Aunque contemos con 5 o 6 hortalizas, podemos combinarlas de forma diferente cada día para experimentar algo nuevo. Si además las cocinamos de forma diferente, estamos multiplicando las opciones. No hace falta usar 4 o 5 verduras en una misma comida y siempre comer lo mismo, podemos cansarnos rápido de todas ellas.

Por ejemplo, un día puedes hacer un nituké de cebolla y puerros, otro día de puerros con coliflor, de cebolla y brócoli, ajos y col repollo… Un día solo de cebolla y luego haces brócoli al vapor o calabaza al horno.

TAREA DE ESTA UNIDAD

✍ Listado de cocciones y combinaciones: Te sugiero que prepares un listado de opciones para las diferentes estaciones del año. En una hoja para cada estación del año. Dentro de cada estación, podemos confeccionar una lista de preparaciones por tipos de cocciones: nitukés, hervido, nishime, al horno, salteado corto, vapor… y debajo de cada tipo de cocción puedes añadir diferentes opciones de verduras: cebolla y calabaza, cebolla y col repollo, etc. ¡La imaginación y creatividad al poder! Puede ser apasionante si lo enfocamos con la actitud del niño que juega.

✍ Inventa tus salsas y toma nota de aquellas que te gusten: «salsa tomato», «salsa verde», etc. Puedes crearte un apartado de salsas. Esta semana prueba al menos una salsa.