INSTITUTO MACROBIÓTICA ZEN

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Crudo, germinado, macerado y prensado

Dentro de los estilos de cocción, estos cuatro son los más yin, desde el crudo que es el más yin de todos, hasta el prensado.

Crudo

  • Es el más yin de todos, el más refrescante y dinámico
  • Recuerda lavar muy bien las verduras
  • Cuanto menos cortes, mejor
  • Condimenta con salsa de soja o tamari, gomasio para yanguizar un poco este efecto tan yin
  • Ideal para el verano y en pequeñas cantidades durante los meses fríos
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Germinado

EFECTO: Abre, enfría, da ligereza

El germinado se trata de un proceso natural de obtención de alimentos muy extendido en todo el mundo. Es el único alimento que cuando lo comemos todavía está vivo, por lo que mantiene intacto su riquísimo aporte nutricional. La germinación hace que las semillas de las plantas aumenten su valor nutricional gracias a la acción del agua, el oxígeno y el calor necesarios. Así geminan para formar un nuevo ser vivo, una planta que a su vez producirá nuevas semillas.

Los germinados son también conocidos como brotes. Se parecen en su valor nutritivo a las hortalizas y verduras frescas por su contenido en agua, vitaminas, minerales, enzimas y clorofila. Están ya predigeridos y se asimilan muy bien por parte del organismo de personas cuyos intestinos funcionen correctamente. Por su composición, estimulan los procesos digestivos, contribuyen a regenerar la flora intestinal y son ricos en antioxidantes como la vitamina C, el betacaroteno y otros compuestos que intervienen en su sabor y aroma.

Los germinados son muy fáciles de hacer en casa. Los más fáciles y rápidos son alfalfa, brócoli, berro, cebolla, puerro, rabanito, cereales y legumbres. Algunas leguminosas son difíciles de digerir. No te recomendamos por tanto germinar lentejas, garbanzos, etc. Mejor siempre bien cocinadas.

Te recomendamos que escojas semillas cuyo cultivo y recolección hayan sido lo más ecológicos posibles. Asegúrate también de que el agua sea de máxima calidad, lo más pura posible.

 

Procedimiento

Coloca la variedad de semilla elegida en un tarro de vidrio y cúbrelo completamente de agua. Una o dos cucharadas como máximo.

Después de 6 horas debes escurrirlo y lavarlo con agua fría.

Tapa con una gasa y una goma la boca del tarro. Vuelca el tarro para cambiar el agua de remojo y colócalo cabeza abajo sobre un escurridor de platos, de manera que las semillas se amontonen sobre la gasa de lo tapa y queden bien escurridas.

Coloca el frasco en un lugar oscuro y cálido, como un armario de cocina. Dos veces al día lava y escurre las semillas con agua fría hasta que el agua salga completamente limpia. Tardan de 3 a 5 días en germinar, en alcanzar 1 a 2 centímetros.

Cuando hayan germinado, pone el tarro durante unas horas a la luz del sol para que los broten realicen la fotosíntesis y te aporten clorofila. Cuando estén verdes, ya están a punto para enriquecer tus comidas.

Continúa con el proceso de lavado, guardado y exposición al sol.

Cuando los germinados hayan alcanzado el tamaño deseado, lávalos, escúrrelos y guárdalos en el frigorífico para consumirles en los siguientes días.

 

 

Macerado

EFECTO: Abre, enfría (para días calurosos) y su sabor es más dulce y crujiente que los crudos.

Puedes hacer esta preparación en cualquier recipiente de cerámica o vidrio.

El tiempo depende de la verdura: de 1 y 2 horas a toda la noche.

Puedes usar cualquier verdura, tempeh, tofu y pescado.

Para macerar verduras es conveniente cortarlas muy finas o rallarlas. Hace falta un condimento salado: sal marina, umeboshi, soja, tamari o pasta de miso. Puedes disolver los condimentos salados en agua y complementarlos con ralladura de limón, hiervas aromáticas, ajo, aceite, ralladura de naranja, jengibre, etc.

Una vez condimentada las verduras, mezcla bien para que el condimento salado se impregne y colócalas en el recipiente. Si hace mucho calor puedes guardar el macerado en el frigorífico.

El líquido sobrante puedes guardarlo para aliñar ensaladas.

 

Prensado

EFECTO: Enfría, es crujiente, más dulce y con menos contenido de agua que el crudo, por esto es más yang que el crudo.

Vamos a usar una prensa o dos platos iguales con un peso.

Se puede utilizar cualquier verdura que sea jugosa. Por ejemplo, el pepino es perfecto para hacer prensado.

Corta las verduras finas y mézclalas bien con un condimento salado como sal marina, miso, umeboshi, salsa de soja o tamari. Luego colócalas en una prensa o entre dos platos con un peso encima. El condimento salado, la presión y el tiempo son todos factores yang, y harán que el vegetal comience a expeler su contenido de agua (yin) conservando su frescura y textura crujiente. Si esto no ocurre faltará más condimento salado, presión o tiempo.

Antes de servir, escurre las verduras prensadas tirando el líquido obtenido en el proceso (yin). Si las verduras están muy saladas se pueden lavar con agua fría y escurrir. Se puede añadir algún aliño para realzar el sabor o se pueden tomar tal cual. No es recomendable usar el líquido sobrante para sopas o aliños.

En este vídeo del canal puedes ver demostración de cómo hacer verduras prensadas.

 

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