INSTITUTO MACROBIÓTICA ZEN

Material Exclusivo para Estudiantes

Cómo reforzar el Hara, nuestro centro energético vital

 

Hara significa literalmente «cultivo de la vida» o «centro vital». Significa el centro de gravedad. Pero este centro de gravedad debe considerarse en un sentido mucho más amplio. Hara es el punto de equilibrio de nuestra vida física, mental, emocional y espiritual. Cuando se dice que alguien está centrado, equilibrado y enfocado, está en contacto con hara. En Oriente el significado de hara es tan amplio, tan extenso, que sería erróneo sugerir que se puede resumir en una sola frase o un conjunto corto de frases. Todas las artes marciales, todas las artes culturales (entre ellas la pintura y la música), todas las disciplinas espirituales y todas las transacciones de negocios se realizan, con mayor o menor éxito, desde el propio hara. Hara es el centro del yo; es la raíz espiritual de la propia vida. Así como las raíces de un árbol se hunden en la tierra para extraer el sustento, hara es la raíz de la cual se extrae el poder y la conexión con la energía universal. Hara es nuestro cordón umbilical.

La energía universal entra en nuestro ser a través del hara.

Hara es el modo de integración. Es el verdadero centro del ser, donde se armoniza la dualidad de la vida. En nuestro centro espiritual, hara, hay paz y equilibrio. Por lo tanto, el oriental cultiva una actitud que intenta que cada movimiento y acto proceda de su hara. En cuanto centro vital, hara es la  fuente de la salud, la vitalidad personal y la resistencia. Cuando una persona actúa desde hara, se mueve sin esfuerzo. Es llevada y sostenida por el poder infinito del Universo, es una con el Tao.

En el cuerpo humano, el hara ocupa la zona general situada entre el plexo solar y el hueso púbico. A eso se debe que, tradicionalmente, los orientales dicen que la persona que tiene el hara fuerte tiene redaños, es decir valor. Las personas que tienen desarrollado el hará son valientes y tienen capacidad de aguante, de resistencia.

El hara se considera como un segundo cerebro; también se lo llama «el cerebro pequeño». Directamente detrás de la zona en que está situado, debajo del plexo solar en la columna, hay un haz de nervios que representa la mayor concentración de nervios que existe fuera del cerebro.

El tan tien es lo mismo, es el centro de energía del cuerpo según la medicina china, es un mar de energía, donde se guarda la energía vital.

Como dice Osho en El Libro del Hara, “el ser humano no está conectado con su energía vital ni a través de la cabeza ni a través del corazón”, sino de ese misterioso lugar cercano al ombligo por donde está conectado a la madre durante la gestación. Es la conexión básica; luego se desarrollan el corazón y el cerebro. “Hay que descender de la cabeza al corazón y del corazón hasta el ombligo”, dice Osho. Sin embargo, en nuestra sociedad tendemos frecuentemente a sobrecargar la mente, las emociones se ocultan o se desatan y la fuerza instintiva que reside en el vientre se ignora. 

 

¿Por qué esforzarnos en reforzar el Hara?

Para mejorar el colon no hay nada mejor que una dieta centrada en cereales en grano y pocas harinas y dulces. La masticación a fondo y ejercicios abdominales (yoga o simples abdominales) a diario harán que poco a poco recuperes la fuerza de tu raíz. También debes respirar hacia el «hara» durante la meditación y durante los paseos al aire libre. Tu atención debe ir hacia allí para que las fuerzas curativas se focalicen. El «hara» está exactamente a 3 dedos por debajo del ombligo.

En el siguiente audio profundizo sobre la importancia de reforzar esta zona del cuerpo.

Estos son algunos ejercicios de Yoga para fortalecer el punto del ombligo y la región del Hara:

 

La postura de la rueda

 

 

Partimos de posición tumbados boca arriba, con los brazos a los lados del cuerpo y las rodillas flexionadas acercando los talones hacia los glúteos. Las piernas deben estar separadas aproximadamente a la anchura de la cadera o un poco más.

Desde ahí, presionamos nuestros pies sobre el suelo. Colocamos las manos a la altura de los hombros, con los dedos de las manos mirando hacia los pies, y ejercemos presión con las manos sobre el suelo, extendiendo los codos que no deben desplazarse hacia los lados. Elevamos nuestra cadera hacia el techo, realizando una amplia extensión de la columna, abriendo nuestro pecho y echando nuestra cabeza para atrás.

Estiramos piernas y brazos tanto como sea posible mientras mantenemos el peso de nuestro cuerpo repartido entre los cuatro apoyos (las dos manos y los dos pies) y los glúteos empujan la cadera hacia arriba.

Para conseguir llegar a esta postura necesitamos tener una buena movilidad en los hombros y en la columna: no es tanto una cuestión de fuerza en los brazos (problema que achacan muchas de las personas que no consiguen hacerla) como de movilidad en la cintura escapular.

 

La postura de estiramiento

 

 

1) Recuéstate sobre la espalda.

2) Eleva la cabeza y talones juntos a 15 cm del suelo.

3) Mantén el cuello estirado llevando el mentón hacia la garganta

4) Enfoca los ojos en la punta de los pies y estira los dedos de manera que ellos apunten lejos de ti.

5) Ubica los brazos ya sea sobre los muslos con las palmas mirando hacia abajo sin tocar las piernas, o alternativamente, con los brazos al costado del cuerpo con las palmas mirando hacia el cuerpo pero sin tocarlo.

6) Comienza respiración de fuego: Pon tus dedos en tu punto umbilical. Contrae el ombligo hacia adentro y arriba para crear una poderosa exhalación. Usa tus dedos para sentir si tu ombligo está yendo hacia adentro y arriba en la exhalación. Luego relaja el ombligo, dejando que la inhalación llene tus pulmones. Usa tus dedos para sentir si tu ombligo está yendo hacia abajo y afuera en la inhalación. Respira a través de la nariz. Escucha tu respiración. La inhalación y la exhalación deben tener la misma duración. Relaja tus hombros y deja que tu abdomen haga el trabajo. Cuando ya domines la técnica debes hacer 3 respiraciones (inhalación y exhalación) por segundo, entonces estarás haciendo respiración de fuego.

 

El tiempo de ejecución es de 3 minutos. La mayoría de las personas solo puede realizar 30 segundos la primera vez. Si necesitas bajar los pies, baja solo un pie a la vez, sin trampas. Después de los 30 segundos tu cuerpo comenzará a temblar y a contorsionarse, DEJA QUE ESO SUCEDA, cuando tu cuerpo tiembla tu cuerpo se relaja. Es un ajuste completo.

Si eres principiante puedes colocar las manos debajo del trasero, esto ayudará a que tu espalda baja se mantenga en el piso. Baja una pierna alternadamente de ser necesario para descansar.

Si eres mujer, no practiques esta postura en las siguientes circunstancias, ya que pone más presión en los órganos reproductores femeninos:

-Después de los primeros 120 días de embarazo.

-Si hay alguna complicación en el embarazo.

-Durante los primeros días del ciclo lunar de la mujer.

 

TAREA DE ESTA UNIDAD

✍ Incluye en tu agenda diaria estas rutinas para mejorar tu centro energético vital. Debes poner en práctica estas herramientas enseguida y para siempre. Busca los tiempos, acuéstate más temprano para poder madrugar, encuentra un espacio adecuado en tu casa para hacer los ejercicios.

✍ Practica estas dos posturas de yoga sin forzar, haciendo lo que puedas y mejorando la técnica con el transcurso de los días, con una voluntad firme.

Print Friendly, PDF & Email