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Cómo ordenar y limpiar tu cocina para conseguir armonía

Antes de comenzar a mejorar tu menú, tu nutrición y tu vida, es de vital importancia poner orden en tu cocina y hacer una buena limpieza de la misma. Sin darnos cuenta, tanto en la cocina como en otras habitaciones de nuestra casa se van acumulando objetos que raramente utilizamos y que se convierten en un lastre para nuestra vitalidad. Poder movernos con facilidad en nuestro hogar, disponer de ambientes amplios y recrearnos en el vacío, son aspectos muy importantes que tenemos que empezar a tener más en cuenta.

Te animo a que la idea minimalista de «menos es más» empiece a inspirar tu vida a la hora de organizarte y tomar decisiones. Cuando vivimos con lo justo haciendo uso solo de las cosas que realmente necesitamos y usamos para nuestra vida diaria, lograremos estar más centrados en nuestros objetivos y nuestra vida. Nuestra capacidad de concentración mejora notablemente. Aunque no lo creas, las cosas te dan mensajes silenciosos, incrementan la lista de tareas pendientes porque nos invitan a ponerlas en su sitio, a repararlas, a limpiarlas, a mantenerlas, a guardarlas.

Recuerda entonces que menos es más porque siempre que aumenta la cantidad, disminuye la calidad. En lo referente a la nutrición, crearemos una gran energía y una sangre fuerte solo con alimentos llenos de vida y de gran calidad. Solo comeremos alimentos excelentes para tener como resultado una salud excelente.

 

Primer paso: ver lo que tenemos

Vamos a sacar de los armarios todos los utensilios de cocina que tengamos. TODOS. Podemos ponerlos en el suelo o en una mesa grande. La idea es poder ver todos los objetos que tienes en tu cocina. Si te abruma la idea de vaciar todos los armarios de una vez, puedes dividir esta tarea en tres partes: objetos de cocina y mesa, productos de limpieza y alimentos.

 

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Segundo paso: limpiar

Es importantísimo que el lugar donde comenzaremos a crear nuestra salud goce de un gran orden pero también de una gran limpieza. Ahora que hemos sacado todos los objetos de los armarios y las mesadas, disponemos de la cocina vacía para poder limpiarla a fondo. Hazlo con cariño, con mucha motivación, intentemos hacer cada pequeña cosa de nuestra vida con máxima presencia y felicidad. No todos los seres de este mundo disponen de una cocina como la nuestra. Vivamos con esa gratitud infinita y limpiemos la cocina a fondo, tanto las paredes como los armarios por dentro y por fuera, las ventanas, azulejos y suelos, el horno y las mesadas.

Haremos lo mismo con el frigorífico. Sacaremos todos los alimentos y los colocaremos junto con los objetos para tomar una decisión sobre ellos.

En una cocina macrobiótica siempre tenemos que mantener la limpieza y el orden, tan importantes como en el resto de áreas de nuestra vida. No podemos cocinar con éxito si hay muchos objetos entorpeciendo nuestra labor, alimentos no necesarios acumulándose en nuestras alacenas y suciedad que contamine la preparación de nuestros platos terapéuticos.

 

Tercer paso: Desechar

Una vez que tengamos delante de nuestros ojos todos los objetos, vamos a empezar a deshacernos de aquellos que nunca usamos, que ha pasado más de un año y que no has utilizado. No valen las excusas como «lo guardo por si acaso un día lo necesito». Si en un año no lo has usado, te está ocupando un espacio y una energía innecesarias y es muy probable que nunca lo utilices. Tenemos que ser sinceros y tomar conciencia del uso que le das, si realmente lo necesitas o no.

Lo mismo vamos a hacer con los alimentos. Aunque profundizaremos en esto en unidades posteriores, es bueno que empieces una primera limpieza deshaciéndote de esos alimentos del frigorífico y alacenas que están caducados o que nunca has utilizado.

Lo que hayas decidido desechar, no lo tires a la basura sin más. Pregunta a tus amistades y familiares si quieren o necesitan algo o busca asociaciones benéficas que puedan necesitar esos utensilios. Y cuando hayas donado todo lo posible, lleva el resto a un punto limpio de tu ciudad para que se recicle adecuadamente.

 

Cuarto paso: asignar lugares

Una vez que te quedes solo con aquellos objetos necesarios e importantes, vamos a asignarles un lugar como en la cocina. Piensa cómo puedes organizar mejor los objetos para que estén bien a mano por orden de uso e importancia en la cocina. Por ejemplo, los utensilios de cocción en un armario (cazuelas, ollas, sartenes…), los tuppers en otro, los cubiertos y pequeños utensilios en cajones, etc. Además, para aprovechar mejor el espacio, apila las ollas, cacerolas, cuencos, tuppers…; unos dentro de los otros y las tapas a parte en vertical, si es posible. En cuanto a la vajilla y a la cristalería, la manera básica de ordenarlas es dividiendo el armario en una zona para piezas de beber y otra para las de comer.

 

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En el caso de los alimentos, lo mismo: guárdalos por categorías. Los frascos de especias todos juntos, o bien en un especiero o bien en un cesto o caja abierta que puedas sacar fácilmente cada vez que los necesites. Las conservas ponlas también en el mismo armario ordenadas a su vez por categorías. Y puedes poner las legumbres, arroces y pastas en botes de cristal, así lo tendrás todo a la vista y sabrás qué queda de cada cosa.

Libera completamente la superficie de trabajo. Con una encimera despejada, la cocina se verá más ordenada, tendrás más espacio para trabajar y será más fácil limpiarla. Te aconsejamos que aquellos aparatos como licuadoras, exprimidores, tostadoras, etc. que no uses más de dos veces por semana, los metas en un armario. Estos trastos en seguida se llenan de grasa y crean recovecos donde se acumula la suciedad.

Te recomendamos que veas estos 2 vídeos de mi canal de YouTube:

 

TAREA DE ESTA UNIDAD

✍️ Lleva a tu cocina las ideas y cada uno de los apartados de esta unidad.

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