Para fortalecer el cuerpo es necesaria la actividad física. Es algo conocido por todos, pero pocos toman este asunto con suficiente seriedad. En macrobiótica, el ejercicio es uno de los factores fundamentales en la recuperación de cualquier enfermedad. Cuando el paciente está inmovilizado la recuperación es mucho más lenta y trabajosa.

No es suficiente consumir buenos alimentos y masticar a conciencia. No alcanza con la masticación bucal; se debe «masticar» con todo el cuerpo por medio del movimiento enérgico. Sólo así se asimila completamente el poder curativo de los alimentos y sólo así se produce una enérgica descarga de los excesos dietéticos que todos sin excepción cometemos.

El progreso en esta vía se traduce en un mayor grado de autodominio. Solamente se producen enfermedades serias en personas que carecen de autodisciplina. El verdadero maestro ha pasado largos años de entrenamiento duro y se ha templado hasta adquirir el autodominio. 

Si nos quedamos quietos no lograremos nada; el abandono y el ocio, sólo producen calamidades. Aún la meditación no es una quietud ociosa; por el contrario, es una forma de movimiento muy lenta y controlada.

El movimiento es Yang. Los ejercicios son importantes para liberar toxinas de las articulaciones, para tonificar y fortalecer el cuerpo y mejorar el metabolismo y así estabilizar el peso corporal. Si queremos un cuerpo fuerte necesitamos hacer ejercicios. Esta es una excelente manera de perder grasas acumuladas. Sin ejercicio no hay fuerza. Quien no hace ejercicio es un ser débil, sin voluntad, sin salud. No es suficiente con una alimentación natural. Entonces no se puede cultivar la fuerza. Y la salud es una fuerza. La persona sana es una persona fuerte. La persona sana vive, la que no es sana muere. No hace falta hacer ejercicios de competencia o de hipertrofia muscular, sino ejercicios diarios para hacer el cuerpo fuerte y flexible.

Ejercicio físico

Cada día tenemos que caminar por lo menos media hora a buen ritmo, hasta que se convierta en un hábito. Intenta siempre buscar una excusa para usar tus piernas: subir en un edificio por las escaleras, ir caminando al trabajo la máxima distancia posible, ir a comprar caminando, etc.

Los ejercicios como el yoga, Chi Kung, Do-in y las artes marciales activan y desbloqueen la energía vital del cuerpo, permitiendo que la energía fluya y nos sintamos mucho más armónicos y felices. De esta forma, no sentiremos ansiedad, depresión ni deseos de comer comida tóxica.

Y, sobre todo, haremos abdominales cada día, todas las que podamos. Esta es una herramienta fundamental para fortalecer los intestinos que en este momento están expandidos. Tenemos que reforzar el Hara.

Te recomendamos este vídeo con una rutina de ejercicios para la longevidad, flexibilizando y fortaleciendo el cuerpo. Necesitas emplear  20 minutos diarios.

Tonificar músculos y huesos

Es imprescindible tener una rutina de ejercicios de fuerza para tonificar la masa ósea y la masa muscular. Tenemos que encontrar nuestro propio ritmo para no hacernos daño y cada día ir a por más intensidad de forma gradual.

Aquí tienes ejercicios para todos los grupos de músculos principales, que te ayudarán a fortalecer y tonificar los músculos, sin necesidad de ningún tipo de equipo. ¡Márcate el desafío!

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Para bajar de peso es recomendable hacer los ejercicios por la mañana y en ayunas, lo que aumentará el metabolismo y la quema de grasas. Se pueden intentar ejercicios de intensidad corta, es decir, hacer un gran desgaste en intervalos cortos. Algunos ejemplos:

• Saltos de esquí.
• Burpees combinados con zancada y sentadilla.
• Sentadilla con patada y peso.
• Crunch de una pierna.
• Sentadilla con salto.

Si deseas profundizar en estos ejercicios, hay miles de vídeos en Youtube a modo de tutoriales. De todas maneras, te recomiendo ejercicios más armónicos y equilibrados. El peso corporal se irá equilibrando solo a medida de que hagas las rutinas que te proponemos a lo largo de este programa.

TAREA DE ESTA UNIDAD

✍ Descarga la aplicación gratuita de ejercicios en tu teléfono.

✍ Añade a tu agenda un espacio de ejercicios cada día: un tiempo para caminar, otro tiempo para los ejercicios de longevidad y otro tiempo para los ejercicios de fuerza. Al principio puedes añadir a tu teléfono una alarma para recordar tu nueva rutina hasta que esta se convierta en hábito.