Hasta aquí te hemos explicado cómo cocinar la crema de cereales, cómo preparar las verduras y cómo tostar las semillas. Hemos visto cómo mezclar todos los ingredientes para lograr un resultado óptimo que vaya complementando la leche materna. 

Ya tenemos la base para dar los primeros pasos para que nuestro bebé comience a probar los alimentos de forma saludable y a un ritmo adecuado. Ahora nos toca añadir otros alimentos a lo largo de los meses para ir completando la nutrición del bebé a medida que vayamos retirando la leche materna o que el propio bebé la vaya demandando menos.

 

A los 6 meses

Es el inicio del destete. Comenzamos a darle la leche/crema de cereales. Si transcurrida una semana ves que tu bebé se siente bien, tiene digestiones normales y quiere más, podemos añadir a la toma el puré de verduras.

Todavía el sistema digestivo está algo inmaduro para introducir legumbres, pescado o cualquier alimento alto en fibra y proteínas. Comienza a preparar encurtidos para cuando los necesites dentro de 3 meses.

Nuestra receta de encurtidos.

Nuestra receta de chucrut casero.

 

A los 7 meses

Podemos introducir la manzana y la pera si nos encontramos en una estación calurosa del año o si el bebé está tenso o grita. La fruta enfría y relaja. Podemos darle unas cucharadas de fruta cocida tipo compota (entre horas) o darle zumo de zanahoria o de manzana natural (hecho por nosotros y sin pulpa) diluido con agua.

Aquí tienes nuestra receta para hacer compota. Un día la haremos con manzana y otro día con pera, sin canela ni pasas, y con una pizca muy pequeña de sal marina.

Es normal que el bebé demande menos leche materna, y en consecuencia, que produzcas menos leche. Es parte del proceso. Si ves que le gusta mucho comer y quieres acelerar el proceso de destete, puedes saltarte algunas tomas, siempre asegurándote que coma bien y no quede con hambre. Aunque creemos que es conveniente dejarlo a demanda, que el bebé maneje los ritmos de comida, y si todavía necesita mamar, permitirle hacerlo.

 

A los 8 meses

Introducimos en la mezcla de cereales, verduras y semillas unas gotitas de aceite de oliva, de sésamo o de colza. Además, podemos añadir pequeñas cantidades de alga marina arame cuando cocinemos las verduras.

Depende del bebé, pero tarde o temprano deseará tomar los alimentos de los demás. Entonces le daremos, a partir de ahora, su comida específica primero, y cuando termine, en un plato, pequeñas cantidades de lo mismo que los padres pero sin hacer puré, para que experimente comiendo más sólidos, dentro del mismo tipo de alimentos que ya le estamos dando: por ejemplo, un poquito de arroz integral, unos granitos de quinoa cocidos con verduras que hayamos cocinado para los adultos, un trocito de zanahoria o de calabaza cocida, incluso podemos darle unos trocitos de su propias verduras al vapor que no hemos hecho puré. Sin embargo, estos no serán su alimento. Debemos continuar con las cremas compuestas y con la leche materna. Tampoco le daremos proteínas, legumbres o postres azucarados. Idealmente, el resto de la familia tendría que comer acorde a una nutrición saludable y más consciente que sirva de ejemplo al bebé.

Podemos darle algunos frutos secos enteros con mucho cuidado de que no se ahogue. Pequeños trocitos que podemos cortar con el cuchillo para que muerda y vaya probando y masticando, como nueces, almendras, avellanas, castañas. 

 

A los 9 meses

Vamos a incluir un poco de pickles o encurtidos caseros (lavados y remojados durante unas horas). Incluso podemos darle un trocito de umeboshi. El segundo sabor que desean los bebés, además del dulce, es el ácido. Por ello, seguiremos experimentando los próximos meses con más variedad.

 

A los 10 meses

Tanto la Sociedad Europea de Pediatría (ESPGHAN) como la Sociedad Española de Pediatría, recomiendan empezar con los guisantes (arveja, chícharo) a los 10 meses y con el resto de las legumbres a los 12 meses. El sistema digestivo del bebé ya está más formado y preparado para digerir alimentos con mucha más fibra. 

Cocinaremos bien los guisantes y los pasaremos por el pasapurés, descartando las pieles, ya que suelen ser difíciles de digerir. Después de pasarlas por el pasapurés, las añadimos al puré de verduras y NO AGREGAMOS ni el endulzante natural ni la crema de cereales. Esta toma con verduras y legumbre se la damos en la comida del mediodía.

Para una mayor absorción del hierro de las legumbres, es conveniente comerlas con un pequeño aporte de vitamina C. Para ello, junto a la crema de verduras y legumbre, le daremos un pickle casero o un poco de chucrut casero que ya sabes haber en casa. También puedes comprarlo pero tienes que asegurarte que no tenga vinagres ni aditivos químicos, solo hechos con agua y sal marina. Una alternativa sería añadir al puré unas gotitas de zumo de limón o un trocito de verdura cruda, como pepino o zanahoria.

El resto de las tomas del día seguirán siendo como hasta ahora, con cereales, verduras y semillas. 

También vamos a incluir una pequeña cantidad de pasta integral en su plato de experimentos, trozos de verduras de colores y gran variedad de alimentos. 

En este momento, cuando veamos que el bebé ya está comiendo bastantes alimentos, podemos comenzar a reducir la leche materna, saltándonos algunas tomas y reemplazándolas por la papilla o biberón. Podemos ir reduciendo el pecho poco a poco pero que no falte la toma de la mañana y la de la noche.  

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