Es preferible utilizar cereales integrales completos antes que cereales integrales procesados como los copos, harinas, pasta, cuscús, bulgur, sémolas, polenta. Cuando un cereal se procesa, pierde vida, fuerza y vitalidad. Además, sus componentes vitamínicos y aceites también empiezan a decrecer y oxidarse.
Además, los cereales se deben consumir integrales pero sin su cáscara. Así se venden normalmente en las tiendas y supermercados cuando compramos cereales integrales. En las fotos siguientes puedes ver el aspecto de los cereales integrales aptos para el consumo humano.
Si vas a utilizar harinas, te recomendamos que hagas tus propias harinas a partir de granos de cereales completos utilizando un molino de cereales, incluso es suficiente con un pequeño molinillo de café que solo destinaremos a tal fin. De esta manera, obtendremos una harina recién molida, no oxidada ni desvitalizada, para que podamos crear nuestras delicias culinarias y lograr, al mismo tiempo, una gran salud.
Es importante ser precisos a la hora de cocinar los cereales integrales y utilizar la cantidad de agua necesaria.
A continuación te presentamos los cereales integrales más conocidos, con una fotografía para que puedas ver cómo son a la hora de cocinarlos, y te informamos brevemente sobre algunas de sus propiedades principales.
Trigo sarraceno (Alforfón)
El alforfón o trigo sarraceno no es propiamente un cereal, pues pertenece a la familia de las poligonáceas. Contiene más calcio que el trigo y carios aminoácidos esenciales, entre ellos el triptófano, presente en las proteínas animales. El kasha o trigo sarraceno tostado es el plato nacional ruso, un alimento ideal para el invierno y los países fríos. El cultivo del alforfón no plantea problemas biológicos, ya que no puede crecer en tierras abonadas con nitrógeno, por lo que el uso de abonos químicos en las plantaciones ha hecho que su cultivo disminuya. A pesar de ello, tenemos la garantía de que siempre será orgánico, aunque no tenga certificado de ello, ya que los pesticidas impiden su crecimiento. Por otro lado, es un cereal muy reforzante, el más yang de todos, ideal para personas que se encuentran en una condición muy yin.
Cebada
Es el primer cereal conocido: se encontraba hace más de 4.000 años en Abisina y en Nepal. Es un alimento refrescante y tiene propiedades calmantes, especialmente de inflamaciones de las vías digestivas y urinarias. Cocina, tiene propiedades recalcificantes en casos de desmineralización.
Trigo
Es el cereal que mejor se adapta a los climas templados de cuatro estaciones. Contiene todas las sales minerales conocidas, numerosos oligoemelentos y vitaminas indispensables (B1, B2, B12, D, E, K, PP…). Debido a la dureza de su cáscara, se han desarrollado diferentes derivados: pastas y espaguetis integrales, bulgur, cuscús y seitán (gluten). En la actualidad, el trigo se ha modificado genéticamente para usos industriales hasta conseguir un híbrido con un alto contenido de gluten. Nosotros te recomendamos la variedad Espelta, ya que es una cepa ancestral que no ha sido modificada genéticamente y cuyos niveles de gluten son normales.
Arroz
Constituye el alimento principal de la mitad de la humanidad. Tiene propiedades hipotensoras y un alto contenido en sodio y potasio, lo que lo convierte en un alimento fundamental en cualquier dieta. Es muy digestivo y recomendable para todas las edades. Existen diferentes variedades de arroz según el clima y la calidad de los suelos. El arroz blanco, a diferencia del integral, ha pasado por un proceso de refinamiento en el que se pierde casi todo el contenido de proteínas, de vitaminas del grupo B, de minerales y de fibras. Y lo que es peor, este refinamiento provoca que pierda totalmente su vitalidad y la dispersión de su energía. Por eso SOLO recomendamos consumir arroz integral.
Mijo
De color amarillento, grano pequeño y redondo, tiene un sabor dulce. Es muy rico en fósforo, hierro, vitamina A y lecitina, lo que lo convierte en el cereal ideal contra la fatiga intelectual, la depresión nerviosa y la anemia. También ayuda a regular el nivel de azúcar en sangre. El mijo, como el arroz, tiene una cáscara blanda y digestiva muy fácil de cocinar.
Centeno
Es uno de los cereales de cáscara más dura y puede costar digerirlo si se cocinas simplemente en su forma integral. Los países del norte de Europa consumen mucho pan de centeno. Es un excelente fluidificante sanguíneo. Flexibiliza los vasos sanguíneos y se recomienda en casos de hipertensión y enfermedades vasculares.
Avena
Alimento muy nutritivo que proporciona fuerza y vitalidad, estimula el funcionamiento de las glándulas tiroides y mejora la resistencia al frío. Es el cereal de invierno por excelencia, de consistencia cremosa y suave. Es rico en grasas fácilmente asimilables. Se recomienda para paliar el desgaste físico.
Maíz
El maíz es el cereal más rico en grasas. El aceite del germen de maíz es muy bajo en ácidos grasos no saturados y resulta aconsejable para personas con exceso de colesterol en la sangre. Es conveniente usar siempre el aceite prensado en frío. Al contrario que la avena, el maíz ejerce de una acción reguladora de la tiroides. Es ideal para el verano o para climas cálidos y tropicales.
Quinoa
Originaria de los Andes, era el alimento principal de los Incas. La planta crece en condiciones extremas: gran altitud, temperatura fría, sol intenso, sequedad, heladas, pobre calidad de la tierra. ¡Su habilidad para sobrevivir es realmente increíble! Es un cereal muy versátil y se cocina muy rápidamente, en menos tiempo que el arroz, por ejemplo. Es ligero y con un sabor muy particular. Se puede utilizar en sopas, cremas, potajes, ensaladas, salteados de verduras, de leguminosas…