INSTITUTO MACROBIÓTICA ZEN

Material Exclusivo para Estudiantes

Ejercicios de control mental y emocional

En la psique de la mayoría de los seres humanos persiste un núcleo de caos y confusión que genera muchos síntomas displacenteros y que hay que ir solucionando. Dicho núcleo nos impide conectar con nuestra prístina naturaleza original, y en la superficie de la mente crea un gran caos, así como toda clase de fluctuaciones anímicas.

Para entrenarse en el dominio del pensamiento, hay varios métodos tradicionales que se pueden cultivar en meditación sentada, pero que también hay que desarrollar en cualquier circunstancia de la vida diaria.

Tales son:

1) La observación de los pensamientos y movimientos de la mente:

Consiste en dejar libre y flotante el pensamiento y observar con suma atención y ecuanimidad todo aquello que discurre por la mente, sean recuerdos, ensoñaciones, ideas, intenciones, estados de ánimo, percepciones o emociones. Uno observa muy alerta pero imperturbado los movimientos de la mente y todo lo que va discurriendo por la misma. No hay que intervenir ni para crear pensamientos ni para suspenderlos, sino simplemente tornarse testigo implacablemente vigilante e inafectado de todo aquello que circule por la mente, sin aprobar ni desaprobar, sin aceptar o rechazar, sin juzgar. Si la mente se queda en silencio, se la observa así; cuando comienza a funcionar, se observa lo que discurre por ella. Si uno pierde en un momento dado el puesto de observador, arrastrado por los pensamientos, en cuanto sea posible se recupera.

2) La erradicación de los pensamientos:

Estriba en enfocar la atención sobre la mente, muy vigilante, y ejercer la voluntad o firme determinación para cortar los pensamientos en su propia raíz cada vez que se presenten. No importa si al cortar un pensamiento surge otro y así sucesivamente —que sucederá—, lo importante es negarse a ser pensado por los pensamientos y evitar que procesen y formen cadenas, o sea discurso mental. Si uno está muy atento y con esa firme resolución comprobará que los pensamientos pueblan mucho menos el escenario mental.

3) Ignorar los pensamientos:

El pensamiento es como un rumor de fondo. Pero la persona lo ignora y sigue a lo suyo, evitando ser tomado por el mismo o creérselo. Es como si ese pensamiento no fuera con uno, es decir, no hay que apropiárselo, sino desatenderlo e ignorarlo, por molesto o lesivo que pueda resultar.

4) Combatir los pensamientos negativos mediante el cultivo de la mente:

Del mismo modo que la luz descorre la oscuridad, hay que ir combatiendo los pensamientos nocivos mediante el cultivo y despliegue de sus opuestos, o sea, los positivos. Si una persona tiene tendencia hacia el pensamiento de avidez, que cultive el de generosidad; si la tendencia es hacia el de intransigencia, el de tolerancia; si es hacia el de odio, el de amor. Hay una historia orientativa al respecto: como la oscuridad veía que iba perdiendo terreno, le puso un pleito a la luz. Llegó el día de la vista y en la sala del juicio se estuvo esperando a la oscuridad, pero no se presentó. Se había quedado fuera de la sala y el juez falló a favor de la luz. ¿Qué había sucedido? Pues que estando la luz presente no podía presentarse la oscuridad.

TAREA DE ESTA UNIDAD

✍️ Reflexiona sobre estos métodos tradicionales de control de los pensamientos y tómate unos minutos para practicar cada uno de ellos. 

✍️ Inclúyelos en tus meditaciones diarias, experimenta, observa, practica.

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