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El sueño reparador

El sueño es imprescindible. Limpia, ordena, aquieta y armoniza. Es como una saludable meditación natural o espontánea. Es el alimento básico del cerebro. Representa el verdadero reposo, renueva y descansa. Donde más se descansa es en el sueño sin ensueños, pero también el sueño con ensueños desempeña una función importante de drenaje y superación de frustraciones o inhibiciones. Ambos son muy necesarios.

No es tanto muchas veces cuánto se duerma sino cómo se duerma y en qué grado de profundidad, pero cada persona debe respetar las horas que compruebe son necesarias para sentirse bien y pletórica SIN DESPERTADOR. No hay que sacrificar inútil o injustificadamente horas de sueño, pues éste es un bálsamo para el cerebro y para el sistema nervioso.

Para que el sueño sea más profundo y reparador es conveniente evitar tensiones, estrés y abatimiento. En épocas de disgustos o preocupaciones, se concilia mucho peor el sueño y se alcanza menos profundidad. El insomnio es un verdadero problema y se pronuncia cuando hay cualquier tipo de tensiones o la persona no logra silenciar su mente y recogerla.

Para superar el insomnio se puede recurrir al ejercicio suave y no estresante (por la mañana o al mediodía), a la práctica de la relajación profunda y a la meditación. Ha dado grandes resultados en este terreno la práctica del verdadero hatha-yoga, aunque debe evitarse practicarlo al anochecer para alcanzar dichos resultados. También favorecen la tranquilización y poder conciliar el sueño las respiraciones abdominales ejecutadas con lentitud y alargando la exhalación. En cualquier caso hay que evitar ponerse nervioso y forzarse a dormir, porque eso estimula el insomnio. Es mejor evitar las cenas pesadas y encontrar en la habitación que se va a dormir una temperatura grata. Si la persona es muy sensible a los sonidos, deberá utilizar tapones.

TAREA DE ESTA UNIDAD

✍️ Haz una pequeña práctica de 5 minutos con una respiración relajante, respirando abdominalmente con lentitud y alargando la exhalación. Siente cómo el corazón se va tranquilizando. Debes conducir la mente hacia la respiración y no pensar en nada más.

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