Hoy vamos a hablar de 3 sustancias peligrosas que conviven con nosotros, que están socialmente aceptadas, que están presentes en casi todas las casas y que fingen ser nuestros amigos. Estoy hablando del café, el azúcar y el alcohol. ¿Te has preguntado que pasaría en tu cuerpo si dejaras de consumirlos?
Lo primero que tienes que hacer es averiguar si eres adicto a alguna de estas sustancias. ¿Puedes estar un día sin tomar café? ¿Una semana? ¿Un mes? Y cuando no lo tomas, ¿cómo te sientes? ¿puedes funcionar con normalidad? A mí me apasiona el arroz integral y no podría vivir sin él. Pero si un día tengo que comer otro cereal, no me veo afectado. No supone un trauma. Mi cerebro funciona igual y mi energía es la misma.
¿Puedes estar un mes sin beber alcohol? ¿Puedes estar… 3 días sin comer azúcar? ¿Puedes eludir estos obstáculos?
Estos «alimentos» son, desde el punto de vista de la medicina china, alimentos extremos. Son estimulantes. Tienen un impacto en el cuerpo que es brutal y tu cuerpo va a tener que trabajar tanto para eliminar estas toxinas que va a terminar agotado. Y si repites su consumo durante décadas, la historia no puede terminar bien. Luego no le echemos la culpa a los genes, a la vejez o al destino que se ceba con nosotros.
¿Estoy diciendo que nunca más en tu vida deberías beber una copa de vino? No, no tanto.
Lo que mata de un veneno no es el veneno en sí, sino la dosis. Puedes morir si consumes sal en exceso, pero una cantidad adecuada de sal es imprescindible para que nuestro cuerpo funcione. Lo mismo pasa con el agua: si tomo 2 litros por día voy a estar disperso, desganado, con frío, mis riñones van a saturarse de trabajo y voy a perder muchos minerales. Sin embargo, es fundamental beber agua cuando tenemos sed.
¿Qué pasaría si dejaras de consumir café, azúcar y alcohol de forma habitual? Sí… hablo de dejar estos obstáculos de lado.
Personalmente intento ser mi mejor versión cada día. Quiero tener una salud absoluta porque cuando funciono al 100% soy capaz de hacer todo lo que me proponga. Yo no puedo hacer deporte con mis amigos si estoy enfermo. No puedo disfrutar de mi familia si estoy enfermo. No puedo conseguir mis objetivos si estoy enfermo.
Por eso quiero la máxima salud posible. Y para eso, tengo que dejar de lado los obstáculos que me lo impiden. No puede ser más importante para mí tomar un café o comer azúcar a diario que aspirar a tener una salud abundante y absoluta. Yo no vine a este mundo a perder el tiempo, a dejar mis objetivos a medias o a sufrir enfermedades crónicas por culpa de unos malos hábitos.
¿Y tú? ¿Qué piensas? ¿Quieres mejorar tu vida o quieres seguir consumiendo obstáculos? Déjame tu comentario aquí debajo. Si te gustó este vídeo compártelo en tus redes sociales y dale a Me Gusta!
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