Las cuatro verduras tóxicas que te conviene evitar son las verduras solanáceas. Entre las más conocidas están los tomates, las berenjenas, las patatas o papas y los pimientos. Son verduras que contienen solanina, una sustancia potencialmente tóxica para nuestro organismo y tiende a acumularse en las articulaciones produciendo dolores y molestias.
Las verduras solanáceas son plantas tropicales que también crecen en verano en climas cálidos con el calor del sol y durante la noche, muy ricas en agua, potasio, elementos ácidos y algunos minerales. Su contenido en potasio es muy elevado y el de sodio es prácticamente cero, lo que a la larga acidifica la sangre.
Todo esto hace que, desde un punto de vista energético, según la medicina macrobiótica, las solanáceas son extremadamente yin, es decir, tiene una energía Yin muy fuerte que va a expandirte, abrirte, enfriarte y hacer más lento todos los procesos fisiológicos del cuerpo.
Además de todo lo dicho, las solanáceas hace siglos atrás eran consideradas como veneno. Por tanto, no solo son tóxicas las sustancias que estas plantas aportan al organismo sino que esa fuerza altamente expansiva yin termina por afectar a la calidad original de la sangre.
En cuanto a enfermedades y síntomas, el consumo diario o semanal de estas verduras causa en el largo plazo una corrosión de las articulaciones provocando artrosis y artritis. Otro efecto puede ser la psoriasis o el eccema, ambos provocados por la hiperacidez de la sangre causada por estos alimentos. De hecho, todas las alteraciones de la salud por enfermedades y síntomas como migrañas, dolores menstruales, cálculos renales, cansancio crónico, varices, piernas hinchadas, por citar algunos, son provocados por comer estos alimentos entre otras muchas cosas.
Tanto estas verduras solanáceas como los hongos comestibles, no son tóxicas en el corto plazo, por eso se las considera verduras comestibles, pero en el largo plazo, si las consumimos a diario o semanalmente, terminan haciendo mucho daño a la salud.
Hay que decir que este efecto tóxico y expansivo de las solanáceas afectará más a unas personas que a otras según la dieta de la persona, su constitución, el clima en donde vive, etc etc,
Y si tú ya estás padeciendo de algunos de estos síntomas o enfermedades, si tienes artritis o incluso hipotiroidismo, es decir, todas las enfermedades por exceso de energía Yin, exceso de frío y expansión, entonces te sugiero con mucho cariño que dejes de comer estas verduras, que dejes además el azúcar, el alcohol, el chocolate, el café…. prueba durante 3 meses, total no pierdes nada y probablemente te sorprendas y mejores mucho tu salud. Creo que vale la pena el esfuerzo.
Sé que escuchar estas cosas es difícil de aceptar y cuanto más apegados estamos a estas verduras, más nos va a costar dejar de comerlas habitualmente. Tampoco te propongo que nunca más comas tomate o patatas… no hay que temerles a estas verduras, se pueden comer de vez en cuando si tú gozas de salud, es decir, si no tomas ningún medicamento y si tienes energía. En ese caso, no te van a hacer nada porque la dosis es muy baja, porque vas a comer poco.
Eso sí, cuando comas alguna verdura solanácea intenta que sea de cultivo orgánico, porque el problema es que, dado que son plantas originalmente tropicales, no crecen naturalmente en climas templados y necesitan de muchos cuidados como invernaderos, herbicidas, pesticidas, insecticidas, abonos químicos… porque no están creciendo en un clima tropical, por tanto son plantas débiles que requieren de un gran cuidado, y esta debilidad también te la terminas comiendo. Es completamente diferente al trigo sarraceno por ejemplo, que es una planta que crece en terrenos pobres, duros y climas fríos, crecen con una gran vitalidad y esa fuerza y vitalidad se traslada a tu salud.
Por lo general en esta dieta industrializada de hoy en día, se comen muy pocas verduras y encima son todas solanáceas. Por eso, cuando nosotros enseñamos los perjuicios de estas verduras, muchas personas me dicen: ¿y entonces qué como? o me dicen que en la macrobiótica se comen muy pocas verduras. Realmente esto no es así. Comemos un montón de verduras, pero no comemos ESTAS verduras tóxicas de forma tan habitual como lo hace todo el mundo. Porque nosotros buscamos la máxima salud a través de los alimentos más equilibrados para el ser humano. Lo que quiero decirte con esto es que HAY VIDA más allá de estas solanáceas, que es cuestión de empezar a probar otras verduras y ampliar tu consumo de otras verduras y que logres más variedad en tu dieta. Hay todo un mundo de verduras por descubrir. Solo hay que tener la voluntad de querer salir de la zona de confort, ir jugando, descubriendo nuevos sabores y siempre con la intención de lograr la salud infinita.
Y esto no termina aquí: Podríamos también sumar otras verduras que no te conviene comer cada semana…. no sé si decírtelo…no quiero hundir tu moral … pero sí, te lo digo…. pero primero te pido que me regales un me gusta, significa mucho para mí.
Las verduras en cuestión son los espárragos, las acelgas y las espinacas, unas verduras que tienen un gran exceso de potasio y poco sodio, y las acelgas y espinacas tienen mucho ácido oxálico y tienden a descalcificar, a que tu cuerpo tenga que usar el calcio de tus huesos para contrarrestar la acidez. Son también verduras muy expansivas que alteran la vitalidad de la sangre. Y ahora si que te he dejado en estado de shock.
Para terminar te sugiero que comas muy de vez en cuando todas estas verduras, sobre todo aprovecha en verano para comerlas, porque el verano es un contexto muy Yang y se cree que en los meses más cálidos pierden algo de estas sustancias tóxicas…. de hecho, lo natural es que estos alimentos se den en verano…. si ves estas verduras en invierno es que son de invernadero o son traídas de otros climas. De todas formas, en invierno intenta eliminar su consumo y buscar otras verduras más saludables y equilibradas. No te vas a morir y vas a estar mucho mejor. Mi intención es que TENGAS la información y que luego tomes las riendas de tu salud y tu destino. Como siempre te digo: la salud es una conquista personal, y depende de nuestras elecciones.